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hablaba
de pétalos
cortados en primavera,
de la sequía de los labios
dejando su humedad en otros,
de los jugos deslizandose en las manos,
del eco de ruidos cadenciosos
departiendo en la noche.
Sus palabras
deslizaban banquetes
con pieles de durazno,
con montes seductores
y caricias avanzadas
más que el tacto.
Saboreaba en sus letras,
la voz y sonido del paladar.
Dibujaba la lengua del placer,
las glandulas abiertas
deseosas de descubrir sabores,
y ellos nacían y volaban.
Ella escribía
las palabras estallantes,
los eclipses de amores-orgasmos
tallados en burbujas de diamantes,
hablaba de esas piernas abiertas,
del oleaje de los mares
sosteniendo tempestades,
de la entrega precisa y perfecta
en el plano paralelo,
no habia medidas,
sólo complementos.
Ella decía “mujer, muere en él, cruza sus oceanos y vuelvete lluvia”
Hombre “bebe de ella, sacia tu sed con sus gotas”.
No pude evitarlo,
junto a una revista llamada "Desnudarse"
en la ultima foto su anuncio y la invitacion para ser escuchada.
Dra. Anabel Ochoa.
Un personaje que admiro a pesar de que ya no siga en el planeta.
